La habitación era amplia y cómoda, ideal para descansar.

La experiencia en el Vayalen Boutique Hotel fue decepcionante. La falta de aire acondicionado hizo que las noches fueran incómodas y el ventilador simplemente no era suficiente para combatir el calor. Además, el desayuno carecía de variedad y no ofrecía opciones frescas, repitiendo la misma selección cada mañana. Sin contar que algunas áreas del hotel parecían descuidadas y viejas, lo que dista mucho de lo que esperas de un hotel 'boutique'.

no entiendo cómo este "boutique" se atreve a llamar alojamiento, las instalaciones son tan antiguas, el baño parecía de los 80s. además, me esperaba un gesto, como una mejora de habitación, pero aquí ni un simple cálido saludo.

Fue una buena elección para una excursión de fin de semana en Viena con muy buena relación calidad precio. El personal del hotel, especialmente un joven que nos atendió por la noche, fue amable y nos hizo sentir bienvenidos. Si buscan un lugar económico, este puede ser una opción, pero no esperen lujos.

La habitación era amplia y cómoda, ideal para descansar después de un día en la ciudad. Sin embargo, el desayuno no ofrecía suficiente variedad y se repetía cada día.

Las habitaciones reformadas ofrecen un espacio adecuado, aunque algunas partes de la reforma se notan inacabadas. La limpieza es un punto positivo ya que el hotel parece bastante cuidado, lo cual siempre se agradece.

La asignación de habitación dejó mucho que desear, ya que nos enviaron a un anexo que era incómodo y ruidoso, a pie de calle. Pasar la noche con una cortina que no cubría bien la ventana tampoco ayudó con la privacidad. El desayuno fue demasiado básico y no ofrecía buenas opciones para comenzar el día. Además, algunos electrodomésticos esenciales faltaban en la habitación, como la ducha que no tenía agua caliente.

excelente acceso a atracciones y zonas verdes de viena

Me encantó la ubicación cerca de la noria gigante de viena, a solo 15 minutos caminando, y también la cercanía al parque prater, perfecto para pasear después de un día explorando la ciudad. además, la habitación era cómoda y moderna, así que estuve muy a gusto, pero el desayuno podría mejorar en variedad.

Recomendado para quienes buscan un lugar funcional

La habitación era amplia y cómoda, ideal para descansar después de un día explorando. Además, el trato del personal fue muy bueno, siempre dispuestos a ayudar y con una sonrisa. La cercanía al metro fue un factor clave para moverse sin complicaciones.

No fue barato, aunque se puede aceptar.

Las habitaciones son amplias y bien equipadas. Considera tener en cuenta la cercanía de transporte público para explorar Viena cómodamente.

La ubicación fue excelente, fácilmente accedí al transporte y a algunos lugares destacados de la ciudad. La habitación era cómoda, lo que hizo la estancia más placentera.

El desayuno era escaso y no había suficiente variedad. La ventilación en mi habitación no era buena, lo que complicó un poco mi descanso.

La habitación que ocupamos era la Triple y aunque el ventilador no era suficiente para el calor que hacía, la ubicación del hotel fue lo que más valoramos. Estaba a pocos minutos del metro y justo al lado de un supermercado Lidl, lo que facilitó nuestra estancia en Viena. El desayuno estaba bien y el personal fue atento. En general, fue una buena relación calidad/precio.

La habitación era bonita, reformada y muy cómoda, con camas y almohadas excepcionales. Además, el desayuno se destacó por su calidad, incluyendo frutas frescas, quesos y bollería no industrial. La ubicación es excelente, a solo unos minutos a pie del metro y cerca de un supermercado Lidl que resulta útil en una ciudad como Viena.

El wifi no funcionó adecuadamente en momentos críticos.

Me quedé en el Vayalen Boutique y la ubicación fue uno de los aspectos más destacados, a solo unos minutos del transporte público y cerca de un supermercado Lidl, lo que resultó muy conveniente. La habitación era amplia y cómoda, ideal para descansar después de un día explorando la ciudad. Sin embargo, había problemas con la falta de aire acondicionado, lo que hizo que las noches fueran incómodas. El ventilador no era suficiente para manejar el calor. El desayuno no ofrecía suficiente variedad. siempre había lo mismo, y la calidad podría mejorarse. Algunas áreas del hotel parecían viejas y descuidadas, lo que me decepcionó un poco, especialmente porque las fotos en línea parecían más atractivas. El check-in también fue un poco lento. En general, la experiencia fue aceptable, pero creo que el hotel necesita algunas mejoras.

La habitación era amplia y cómoda, con una decoración elegante que hacía que cada momento de descanso fuera muy placentero. Además, el acceso a transporte público fue ideal, con el metro a pocos minutos, lo que facilitó mucho mis desplazamientos por la ciudad.

El desayuno podría mejorar en variedad.